Cuando una persona desea viajar a los EE.UU. por negocios, la visa B-1 puede ser una opción. Esta visa permite al solicitante realizar actividades empresariales específicas en los EE.UU. y está destinado para una estancia limitada. Una visa B-1 no da derecho al solicitante a trabajar en EE.UU., pero puede asistir a reuniones, crear entidades empresariales, abrir cuentas bancarias, asistir a seminarios y realizar otras actividades empresariales temporales en los EE.UU. En todos los casos, el salario y otros pagos laborales al individuo deben producirse en el extranjero y el solicitante debe tener cuidado de no «cruzar la línea» hacia el empleo. Aquí hay blogs que analizan las actividades permitidas con una visa B-1 haciendo clic aquí.

Para poder calificar para a una visa B-1, el solicitante debe tener la intención de entrar en Estados Unidos de forma temporal y debe mantener una residencia en el extranjero a la que tenga intención de regresar. Al solicitar la visa, el solicitante debe aportar pruebas de sus vínculos con su país de origen, un billete de avión de ida y vuelta y una descripción de las actividades empresariales que tiene previsto realizar durante su estancia en los Estados Unidos.

Si el solicitante se encuentra fuera de los EE.UU., deberá llenar una solicitud que se llama el DS-160 y asistir a una entrevista en el consulado. La mayoría de las entrevistas pueden programarse en línea y los tiempos de espera para las entrevistas suelen ser cortos. Una vez la visa es concedida, el consulado puede tardar hasta 5 días en tramitar la visa y ponerlo en su pasaporte.  Es importante demostrar los vínculos con su país de origen, (por ejemplo, trabajo, casa, extracto bancario, familia). Si el solicitante está en los EE.UU. y quiere cambiar su estatus a un B-1, debe presentar una petición en los EE.UU. (I-129 o I-539) y no es necesario una entrevista. Si el formulario se presenta antes de que caduque el I-94, el solicitante puede quedarse hasta que se haya resuelto la petición.

Una visa B-1 puede expedirse por un máximo de 10 años dependiendo del país de origen del solicitante. Por ejemplo, si el solicitante es de España, la visa puede concederse hasta por 10 años. Aunque la visa B-1 se conceda por un largo periodo de tiempo, el tiempo máximo que un solicitante puede permanecer en los EE.UU. tras entrar con una visa B-1 es 6 meses. Cuando entres, los funcionarios de la frontera sólo podrán sellarte el pasaporte y expedirte un I-94 por un periodo de tiempo más corto, dependiendo de la razón que les des para entrar. También debes tener en cuenta que una visa no garantiza el acceso a los Estados Unidos.

Las extensiones presentadas a través del USCIS pueden concederse por un máximo de 6 meses.

Los familiares directos también pueden solicitar una visa B junto con el solicitante principal, pero las solicitudes son independientes.

Cuales actividades son permitidos bajo la visa B-1

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